A simple vista, este pergamino (izquierda) contiene un solo texto. Pero una imagen multiespectral (derecha) revela dos: el texto visible, en rojo, y un documento anterior y previamente borrado por debajo, en azul.

Construido en el siglo VI al pie del monte Sinaí, en Egipto, el monasterio de Santa Catalina es el cenobio de uso continuado más antiguo del mundo. Su biblioteca custodia cientos de manuscritos recopilados durante la Edad Media: textos clásicos, sagradas escrituras y otros documentos de interés monacal. Sin embargo, los monjes reciclaron las páginas de algunos de aquellos manuscritos, borrando textos que ya no necesitaban. Desde 2011 el monasterio trabaja en la recuperación de algunos de esos escritos borrados utilizando modernas tecnologías digitales. 

Cerca de la mitad de los manuscritos de la biblioteca se escribieron en pergamino, una piel de becerro, cabra u oveja, preparada especialmente a tal efecto. El pergamino se puede reciclar raspando la tinta y escribiendo de nuevo sobre la superficie recuperada. No obstante, el texto original no desaparece del todo: sigue presente en la página en forma de sombra vaga y puede reavivarse con la llamada técnica de imagen multiespectral, diseñada para escudriñar en longitudes de onda visibles e invisibles.

Hasta ahora, la técnica de imagen ha revelado unas 6.800 páginas ocultas en 74 de los 163 pergaminos reciclados del monasterio, llamados palimpsestos. «Hemos identificado textos borrados en 10 idiomas que datan de entre los siglos V y XII», dice Michael Phelps, director del proyecto de recuperación. En el caso que muestran estas fotografías (arriba) se escribió un texto en siríaco sobre una traducción del siglo rx de la página de un tratado médico de Galeno, médico grecorromano del siglo II. 

Con decenas de palimpsestos aún pendientes de examen, Phelps cree que quedan más tesoros por descubrir: «No sería de extrañar que Santa Catalina albergue muchas más páginas de textos clásicos que nadie haya identificado y estudiado hasta la fecha».